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divendres 6/febrer/2009 - 05:11 814 2
VERDE HOJA, VERDE PIEL
Hay un bosque que se reinventa, pues la tierra le tienta. Se disfraza, día sí día
no, de verde y azul. Sus árboles no tienen más lenguaje que el del camuflaje, las hojas se transforman de modo sorprendente en algo tan inesperado como puede ser un reloj o una almohada de domingo.
Dicen los viejos del lugar que ese bosque está vivo, tan vivo como tu deseo de conocerlo, venga no dudes y atrévete a descubrirlo. Sigue letra a letra, el rastro que te voy dejando. Huele el aire y sigue así, atento al movimiento de las
comas que escribo, pues en ellas te puedes sentar para tomar aire, mirar, y empezar a soñar.
¿Cuándo fue la última vez que te atreviste a hacerlo? Sí, sí, hablo de soñar. Soñar no es una huida, sino un pequeño momento de ternura, que nos da la posibilidad de poder ser sinceros con nuestros anhelos. Ya que tu curiosidad empieza a ser más grande que tu propia pereza,…! te doy la bienvenida a la naturaleza!
Mira, ¿ves este árbol con su presencia de altiva seguridad? Pues es el guardián de este lugar, de él depende de que entres o no en este bosque. Sus hojas tienen el misterio que debes resolver… ¿Te atreves? No, no pienses, no las cuentes, por favor no es un acertijo, sólo debes escuchar la melodía que sus hojas componen al caer al suelo, decorando tus pasos con el verde que pisas. Psttttttttttttttttttt no tengas prisa, simplemente escucha. Cuando la música flote en el aire, debes ser parte del paisaje y silbar, con tus labios de ingenuo chaval esas notas sordas, mudas pero tan y tan poéticas, que sólo tú tienes el privilegio de escuchar. Cuando silbes las notas adecuadas, tus pasos transformarán el paseo en algo que no tienes aún valor de descubrir.
Pero no te apresures, ni te inquietes, sigue silbando, placer de los placeres. Tus pies ya no andan ni se levantan. ¿Lo ves? El bosque gira delante de ti como si el paisaje fuera el decorado de un viejo teatro.
Ahora por favor cierra los ojos, inspira y elige un color. ¿Lo tienes? Escógelo con mimos. Y cuando abras los ojos empieza el juego. Cada mirada tuya tiene el poder de colorear todo lo que miras del color que elegiste. Tienes buen gusto, un árbol azul es casi tan bonito como la cara de sorpresa que tienes ahora mismo. ¿Ves como tus ojos se convierten en pintores? ¿Te gusta? Ja ja. ¿Le has cogido el tranquillo verdad?
Ahora cierra los ojos a tu aire y cambia de color cuantas veces quieras.
Pintar es algo tan bonito, que tan sólo hace falta tener el valor de atreverse a
hacerlo,¿sabes?, eres realmente un artista, tu bosque es precioso, parece tan
vivo... Ahora que ya es del color que tu retina quiso, déjame enseñarte otra de
las virtudes mutantes de este bosque.
Hasta que acabe el cuento este es tu bosque, puedes darle el nombre que
quieras, pero no lo digas en voz alta, es tu íntimo secreto.
Ahora que los árboles parecen contentos dejemos que nos lleven donde
quieran ellos, somos sus invitados en una fiesta de clorofila.
Mira, aplaude tres veces, verás que pasa, uno, dos, tres… ¡Milagro de nuevo!
Las hojas son el confeti que decora todas esas expresiones de sorpresa que tu
cara no puede disimular. Pero hombre no seas escaso al soñar, ¿no te apetece
una banda sonora para bailar bajo esta lluvia de color confeti?
Uy no te lo había dicho pero tu aliento es el viento que hace las hojas danzar.
Ya verás, aguanta la respiración tres segundos y podrás ver como el tiempo se
detiene y las mil hojas se inmortalizan en el silencio. Pero hombre ya sé que te
gusta, pero respira chiquillo. Arriba, abajo, modula el corriente de tu aliento y
crea algo bello para recordar. Confeti que baila al ritmo de tus suspiros.
¿Quién te lo iba a decir que fuera así de sencillo soñar? Ja ja ja me encanta
verte bailar, ja ja ja parece que oigas la música que nace de estar vivo, esto
es realmente alucinante ¿verdad? Sigue así, baila hasta sentirte árbol, raíz,
hoja y viento en movimiento, ahora y aquí tu nombre es bosque. Tu mirada te
delata… ¿Quieres más verdad?
Te gusta soñar, ven sígueme. Vamos a descansar un poquito, túmbate aquí
mismo, déjate caer encima la alfombra de confeti, es blanda y te acoge con
gusto.
Ahora escucha tu respiración, esta es otra canción, recréate en este momento,
es un regalo que te hago y te haces tú. No hace falta que le pongas letra sólo
es música para ser escuchada dentro de ti, música par vivir con la piel de
silencio tutifruti.
Ahora mira a tu alrededor, estos gigantes de madera no son lo que parecen. Tú
crees que son duros y macizos, y yo creo que te invitan a conocerlos en su
estado más puro.¡ Venga no tengas miedo! Escoge uno, el que más te guste,
tócalo, acarícialo, descubre el placer de su piel, origen del papel.
Ahora cierra los ojos y déjate llevar por el placer de ser corteza, relaja tu
cuerpo y al respirar… Abre los ojos y dime lo que ves. Sí, aunque no te lo
creas, estás dentro de uno de estos momentos en el que no entiendes lo que
vives, ahora eres parte de un árbol, sientes lo que él, pues eres parte de su
sabia, tu cuerpo ha mutado por empatía, tu sentimiento de ternura ha hecho
realidad una locura, poder ser árbol y mecerte a merced del viento.
Tus piernas están mas allá de lo que puedes ver, se prolongan bajo tierra y
sientes el frescor de la tierra húmeda de amor, agua en tus pies, madera en tu
cuerpo y hojas que rinden homenaje al tiempo. Si quieres, puedes ver el
milagro de la estaciones en pocas respiraciones. Inspira y crece el verde de
hoja caduca, expira y las flores son fruto, inspira de nuevo y tiñe de oscuro tus
hojas volátiles y al expirar ya no están. ¿Ves? Más rápido que un documental
de esos que veías sólo cuando estabas enfermo, y por la tele no ponían nada
más.
Dime, ¿qué quieres hacer ahora?, ¿Quieres jugar al juego al revés? ¿Te
gustaría crecer hasta el cielo? o ¿Volverte pequeño y de apellido semilla? Hoy
por hoy puedes vivir y ver todo esto por ser quien eres, y por saber silbar el
ritmo de las hojas al caer.
Espera un momento casi se acaba el cuento y tú aún eres árbol. Intenta
caminar, anda al ritmo de las raíces, levanta tu cuerpo de madera y habla a tu
manera. Ostras estás algo tenso, espera te ayudaré un poquito, dame la mano.
El contacto de mi cuerpo te dará el calor para volver a ser tú mismo de nuevo,
sé que te cuesta, que una parte tuya quiere ser árbol, pero amigo, se acaba el
cuento y soy responsable de ti, los que te quieren no lo comprenderían aunque
fueras feliz así. Venga prometo que otro día volveremos y el bosque será aún
más maravilloso.
Ahora que has aprendido que el bosque y tú sois parte del mismo ombligo,
dime que conservarás y mimarás el verde ahí donde estés, pues el verde hoja,
verde hierba es lo que te da esperanza para que la vida transcurra así, día a
día, sin verde no somos mas que cromos de papel. Tú ya sabes el secreto
compártelo y plántalo en los corazones de aquellos que aún sueñan y saben
que soñar es aprender a amar la vida.
Uy aún tienes tierra en tus manos, ahora que eres hombre de nuevo, si quieres
dar fruto, regala tu propia sonrisa, es gratis y ensancha el oxígeno que circula
entre tu mirada y la mía y la de todos los demás.
Gracias por jugar a vivir… por vivir y soñar.
Siempre que quieras el bosque está ahí, ya sabes sólo falta silbar…
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