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Olga
dilluns 25/gener/2010 - 12:14 720 0
Cuando sentimos que el alma se nos muestra
buscando no existir, ni ser, ni estar, el alma atropellada
por los días que caen impasibles e iguales,
el alma en su tristeza y en su melancolía
busca el silencio.
Busca el silencio pero encuentra que vive
rodeada de otras almas que también la necesitan
para afirmarse como tales y reinar sobre el odio,
sobre el fracaso del plural
y sobre el propio fracaso.
Quizás no entiendas nada ni quieras mi consuelo,
ni necesites pensarte diferente ni nueva.
Pero sabes que me tienes para explicarnos las cosas,
y escuchar tus sentimientos de mujer desairada.
Nadie sabe lo que espera ni lo que ha de llegar
pero ha de estar dispuesto para dar lo que tiene.
Pienso en ti muchas veces, y siempre te imagino
mirándome a los ojos y huyendo al mismo tiempo.
Me gustaría decirte, cogiéndote las manos,
que soy un ser mortal vulnerable y sincero.
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