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conte irònic sobre una clase universitaria
dilluns 3/desembre/2007 - 12:19 1302 2
Sin tener nada más que hacer me dispongo a escuchar la voz ajena como mensaje principal de un conocimiento que puede llegar a ser verdadero. Atrás queda esa época de la infancia en que la imaginación era el mensaje principal, donde con los ojos como platos recibia los nuevos conceptos con impaciencia, donde cada descubrimiento era un juego insaciable y los maestros unas figuras respetadas y, a veces, admiradas.
Con sueño y con frio me he sentado en las sillas del final, al lado del radiador, mi escalera de valores lo prioriza antes de sentarme delante para escuchar con atención. Con buena música de fondo que no oigo porque estoy taponada de gusto musical. Comentan autores con prestigio que nunca habia oido ni leido, libros conocidos que no lo son para mi, películas que ni he oido nombrar antes de esta clase, empiezo a pensar que no estoy en buen lugar, porque seré yo la que se ha equivocado, no?
Con clases de entre 20 y 25 alumnos con un mismo nivel cultural que se convierten en grupos superiores a 80 alumnos de diferentes generaciones y con mini bases diversas cosa que dificulta la fluidez del diálogo. Con atención dispersa y pensando en mil y una cosas, ni una referente a la clase...
Me voy dando cuenta de que siendo importante para mi futuro tengo que dominarlo, tengo que esforzarme, no puedo dejarlo al hazar, ya no soy la niña que soñaba en ser grande, sino una adolescente en proyecto a mujer.
Mensajes que poco a poco y sin pensarlo van incando el diente en mi consciéncia, fruto de esas frases repetitivas que creia no escuchar, pero que oigo. Consecuéncia de sentirme fuera de lugar empiezo a leer más y con más atención. Una vez con la conciéncia tocada soy capaz de hacer un análisis menos lineal y empiezo a descubrir a soñar de otro modo, sin esas fantasias infantiles sino sueños de futuro, me han tocado la vena sensible, han orientado mi escalera de valores, han hecho incapié en mi corazón a la vez de mi cabeza y salgo de la clase con una actitud completamente diferente, ya no quiero calentar la silla, ni seguir divagando por el mundo, quiero ser parte de este mundo, y por ello necesito este cambio, un cambio de actitud, soñar en un estado interior de felicidad sin olvidar el mundo en que vivimos.
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