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Títol de l'article
dimarts 21/octubre/2008 - 12:51 1127 1
Sabeu qué? anit no vaig aclucar l'ull fins les 8 del matí. La raó: vaig veure una visita del meu "ex" al meu bloc, i em vaig ficar a plorar com una boba.
Evolució de les reflexions arran d'aixó (tantes hores pegant voltes al llit fan pensar molt):
- Potser encara l'estime.
- No, no, el que sents per una persona el record del qual et fa perdre una nit sencera de son 6 mesos després de trencar tota comunicació, no pot ser amor. Com deia la cançó ixa, és obsessió.
- Ho he superat reialment?
- Per qué coi ens enamorem de gent que no ens correspon? és més, per qué ens tornem tan estupids quan ens enamorem?
- Arran de conéixer-lo, potser la meua fascinació per lo català haja estat promoguda per la seua preséncia? (és que, com repeteixo casi totes les dies, sóc de Soria)
- Cony nena, dorm, fes el favor, que ja vas per la ovella número 2567. Deixa al paio ixe que se la pele a dues mans si vol i continúa amb la teua vida.
- Tinc fam, i si esmorze i després intente dormir? ja anirem a classe un altre ratet, total per un dia...
I és que, com deia Neruda,
[I]PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. [/I]
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