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EL LAZARILLO Y LOS EUROS (EL LAZARILLO DE QUERALBS)
dissabte 30/agost/2014 - 06:46 771 1
Y porque vea vuestra merced a cuánto se extendÃa el ingenio de este astuto ex-president, contaré un caso de muchos que con él me acaecieron, en el cual me parece dio bien a entender su gran astucia. Cuando salimos de Queralbs, su motivo fue venir al Principado de Andorra, porque decÃa ser la gente más rica, aunque no muy limosnera. Arrimábase a este refrán: «Más da el duro que el desnudo». Y vinimos a este camino por los mejores lugares. Donde hallaba buena acogida y ganancia, detenÃamonos; donde no, a tercero dÃa hacÃamos Andorra la Vieja.
Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Banca Privada Andorrana al tiempo que llegaban camiones cargados con sacas de euros saqueados a los Catalanes, un trabajador le dio uno de ellos para dispendios varios. Y como suelen ir las sacas bastante repletas, y también porque los euros en aquel tiempo los blanqueaban los Pujol diligéntemente, desbordábasen las sacas a más no poder con billetes de quinientos euros. Acordó de no declarar nuestra parte a hacienda y aún menos a los Catalanes, asà por no querer desilusionarlos y para poder robarles un poco más mientras fuera President de la Generalitat. Sentámonos en un valladar y dijo:
-Oleguer, fill meu, agora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos metamos mano a esta saca y que hayas de ella tanta parte como yo. Partirlo hemos de esta manera: tú tomarás una vez y yo otra, con tal que me prometas no tomar cada vez más de un billete. Yo haré lo mismo hasta que la vaciemos, y de esta suerte no habrá engaño.
Hecho asà el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo deberÃa hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no me contenté ir a la par con él, mas aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podÃa los guardaba en los bolsillos. Vaciada la saca, sacose la Medalla de Oro de Barcelona del bolsillo y colpeó mi cabeza con ella no una sino tres veces, y al final dijo:
-Oleguer, eres un mal hijo y aún peor Català , engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú tomado los billetes tres a tres.
-No tomé yo padre; mas ¿por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacÃsimo President Honorific:
-¿Sabes en qué veo que los tomaste tres a tres? En que tomaba yo dos a dos y callabas.
Autor: Anónimo
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